Ha sido una mala noche. No, ha sido una noche horrible. Me he pasado la noche vomitando toda la cena. Hasta siete horas después de haber cenado, he estado expulsando comida. ¿no son muchas horas para digerir una comida? No sé qué ha sido: la cerveza, la comida en general, el pescado en concreto, el mareo en la playa, alguna picada, algún virus que ando incubando, … Aunque es raro que, de los 25 que estábamos allí, solamente me ocurriera a mí. El caso es que todos han vuelto a León y yo me he tenido que quedar pasando parte de la mañana en Peñitas. Menos mal que Verónica se ha quedado conmigo para cuidarme. He dormido un rato y hemos vuelto a León donde he seguido durmiendo y bebiendo suero durante todo el día y comiendo un miserable plato de arroz ya que también sufría de descomposición.
En este momento todo han sido pensamientos negativos como que me cuesta acostumbrarme a tirar el papel higiénico al cubo de la basura en vez de al inodoro, a tener únicamente los pies picados por salvajes mosquitos, a dormir con un ventilador puesto para evitar que me los piquen, a que mi perfume sea un repelente de mosquitos, a notar la barra de madera que hay bajo el colchón cuando duermo, a que el armario no tenga puertas, a que el gato que vive con nosotros se quede encerrado en nuestra habitación, a orinar una o dos veces a día porque toda el agua que bebo la sudo, a estar sudado todo el día, a que el sudor me quite la libido, a no cocinar a gusto, a no entender lo que dice el resto de voluntarios, … Por lo menos he descubierto que la alternativa a ducharme 50 veces al día que me hace sentir mejor es lavarme las manos y la cara unas cuantas al día.
En un principio, Verónica y yo teníamos pensado viajar a Guatemala pero alguien nos disuadió de esta idea. Al principio me molestó no ir porque estaba ilusionado pero ahora lo agradezco. Por lo que he oído, Guatemala no es un país seguro hoy en día. Hace unos días un pueblo fue masacrado y descuartizado hasta el punto de coger el brazo de niño a modo de pincel y escribir en una pared. También, en el albergue, hay una foto de un chico que trabajó como voluntario en Quetzal Trekkers Nicaragua que viajó en bus a Guatemala y fue decapitado junto a todos los pasajeros. No pretendo desprestigiar al país con mis comentarios. Me consta que hay gente que no ha tenido ningún problema y habla maravillas de Guatemala. He podido conocer gente que ha estado bien arropada en el país por familias guatemaltecas y por organizaciones sin ningún problema. Aunque lo siento, no es momento para mí conocer Guatemala.
Me voy a dormir mientras todos ven una película. Mañana tenía mi primera actividad de aventura con la organización, un volcanoboarding, pero me temo que bajo mis condiciones no voy a poder ir. Me encuentro muy debil.