Largo camino hacia otros derroteros

15 noviembre 2009

A las 5 de la madrugada, nos hemos levantado cansadísimos Jonathan y yo para coger un autobús hacia Tupiza (50Bs). Si la poca comodidad en la mayoría de los autobuses se le suma una carretera destapada, el camino promete ser pesado y largo. Todo lo eso lo compensa la capacidad que tenga uno de dormirse en tan malas condiciones y un paisaje que amenice el trayecto. casi llegando a Tupiza hay unas bonitas montañas erosionadas de tal forma que parece que hayan sido esculpidas expresamente por el nombre pero no es así. Después de pinchar una rueda, tener problemas eléctricos, perder líquido de la dirección y hacer varias paradas a lo largo del recorrido, hemos llegado a Tupiza que no es ni mucho menos la meta de mi viaje pero sí que es el lugar en donde me despido de mi buen amigo francés Jonathan del cual, sin duda, volveré a reencontrarme en mi camino. Si él se ha ido a Tarija, al sur de Bolivia, para conseguir información de una ONG para su tesis, yo he cogido otro bus que me ha llevado hasta Villazón el cual tampoco es mi destino definitivo en el día de hoy y mis motivos son más mundanos. Más de cuatro horas por una incómoda carretera destapada en la que se ha incluído otro pinchazo me han llevado hasta la frontera de Bolivia con Argentina. A las 18:00 he llegado a Villazón donde he cambiado algo de dinero y donde he tenido que caminar unos diez minutos desde la terminal hasta el puente que hace las veces de paso fronterizo. Una vez hechos los tramites de salida y entrada y añadiendo una hora a mi reloj por el cambio de huso horario, por fin he llegado a Argentina. Pero aquí no acaba mi camino hacia mi próxima población. Caminando 15 minutos más se llega a la terminal de Quiaca, el primer pueblo Argentino, donde he cogido a las 19:30 (18:30 antes de la frontera) un autobús hasta Jujuy (30 pesos argentinos). Ya empiezo a notar con este primer pago que todo es mucho más caro que en Bolivia y ya empiezo a preocuparme. Por otro lado, hay una notable mejor calidad en los autobuses, servicios y carreteras que están pavimentadas y con los carriles debidamente delimitados y señalizados. Y, si se me permite la pedantería aprendida en la autoescuela, con arcén suficiente no pavimentado. Ya de noche, el trayecto con tormenta en el horizonte avecinaba una cercana lluvia.

Lloviendo en la ciudad, he llegado a las 00:30 a la terminal de Jujuy desde donde he caminado un cuarto de hora hasta la hostería Carlos Alvear donde me he hospedado por 38 Ars. Bastante más caro que en Bolivia pero es algo de lo que ya estaba informado antes de entrar en Argentina. Espero no gastar demasiado dinero en este país. He estado casi 18 horas en un autobús y no he podido comer nada consistente en todo el día más unas galletas, unas patatas y un pequeño sandwich de pollo y tengo sueño. Creo que dormiré bastante y mañana me lo tomaré como día de relax.


Geyseres, pozos y termas

14 noviembre 2009

En nuestro último día de tour, nos hemos levantado a las 4:30 cosa que ha costado. Al parecer y por terceros, me he enterado que se han quejado de mis ronquidos. En fin, eso ya lo sabía yo y, además, yo no elegí dormir en esa habitación. La idea de levantarse tan temprano era aprovechar mejor el día ya que teníamos muchas horas de coche por recorrer.

La primera parada y muertos de frío antes de la salida del sol ha sido a unos geiseres de los cuales surgía vapor de agua de las entrañas de la tierra. Aunque calientes no olían muy bien, imagino que por restos de azufre entre otros componentes. Cerca de ellos, hemos vistos unos pozos de agua y barro que hervían constantemente y creaban una nube de vapor maloliente. Al poco, ha salido el sol calentando un poco nuestros entumecidos y congelados huesos.

La siguiente visita ha sido un restaurante donde hay una piscina que emana agua caliente a 38ºC. Después del desayuno, nos hemos dado un largo baño para relajar nuestros músculos y divertirnos un poco con los primeros rayos de sol aunque, como en todo tour que se recie, siempre hay prisa.

El desierto de Dalí, tal y como me anuciaron ayer, ha sido la siguiente parada. En esta ocasión, lo hemos tenido que contemplar de lejos y en verdad no me parece tan daliniano como el de ayer y, al parecer, no soy el único que hace esa apreciación.

A continuación y como última visita, hemos parado en la laguna verde, que hace honor a su nombre, antes de dirigirnos a la frontera con Chile para que todos aquellos que quieran visitar el salar de San Pedro de Atacama puedan hacerlo sin problemas. No es mi caso pues mi intención es visitar primero el norte de Argentina pero algunas personas como en el caso de Wendy han pasado a tierras chilena por lo que nos hemos despedido de ella apenados por esta corta pero intensa compañía. Otra etapa del viaje inicia en cada uno de nosotros.

Después de cuatro hora de agotable 4×4, hemos llegado al pueblo de San Cristobal donde hemso almorzado algo sencillo antes de hacer unas cuantas horas más hasta Uyuni donde hemos cenado una rica pizza que parece ser lo único que hay en este pueblo tan turístico.

Haciendo balance del tour en estos tres días se puede decir que ha sido positivo. Si al principio no precisábamos de las atenciones de Juan, el guía, por parte del grupo de castellanoparlantes, no ha sido ha sido así el resto de los días por lo que Andes Salt es una agencia recomendable.

Jonathan y yo nos hemos despedido de Roberto que continua su viaje al norte de Bolivia. Es posible que nos volvamos a encontrar en otro lugar del viaje pero lo qu etengo claro es que tengo un buen amigo en Buenos Aires. La pena es no poder disfrutarlo cuando yo llegue a su ciudad. Jonathan y yo nos quedaremos una noche más en Jujuy para coger temprano un autobús mañana.


El desierto de Siloli y varias lagunas

13 noviembre 2009

La primera vista de la mañana ha sido al pueblo de San Juan de Rosario donde varias mujeres pastoras se hacían cargo de sus lanudas y divertidas llamas objetivo de muchas de nuestras fotos. También hemos podido ver allí a unos armadillos encerrados de los que desconocemos su uso aunque en algún lugar ya he visto algún charango, pequeño instrumento de cuerda, hecho con su corteza cosa que me parece despreciable pero de alguna forma se tienen que ganar la vida los lugareños teniendo en cuenta que saben que los turistas compran este tipo de cosas.

Varios kilómetros de desierto de tierra árido en el que hay piedras por doquier y repartidas como caídas del cielo, hemos llegado a un mirador para observar de lejos el activo volcán Ollague que se alza enorme con una ladera calcinada. la zona del mirador, aunque árida, tambíen tiene algo de hermoso y es que existen enormes piedras erosionadas que le da un toque peculiar. El trayecto en 4×4 se hace largo pero almenos lo amenizaba buena música desde los diferentes iPods de los ocupantes. Entre algunas canciones, ha sonado una, ‘I’m Yours‘ de Jason Mraz, que me ha hecho pensar en mis amigos de Cerdanyola: Emma, Vanessa, Alberto, Arnau y Xavi. Un beso para vosotros, la mochila me va genial y me acompaña a todos los lados.

Durante el resto del día hemos visitado algunas lagunas de las que hay que destacar las más bonitas. La primera la laguna Cañapa con varios flamencos rosados yendo de acá para allá buscando comida en las poco profundas aguas. La laguna Hedionda con sus pertinentes flamencos. Aunque es preciosa, el nombre no deja mucha cabida a la imaginación ya que realmente huele mal.

La siguiente parada es el desierto de Siloli (30Bs, entrada al parque) con enormes piedras erosionadas con formas curiosas en medio de un desierto de arena en el que a uno le cuesta creer como es posible que llegaran allí. Una en particular tiene forma de árbol y parece ser un reclamo para hacerse una fotografía. En sí, el desierto me ha hecho caer en la cuenta que parece extraído de un cuadro de Salvador Dalí, sólo faltaban los elefantes con patas largas, pero curiosamente después me he enterado de que mañana visitaremos un desierto bautizado con nombre del famoso pintor surrealista catalán.

Por último y antes de llegar al hostal, hemos llegado a la laguna Colorada que, en parte, es de dicho color debido a cierta pigmentación de varias algas. En principio pensaba que era causa del óxido de hierro pero los pelícanos no andarían a sus anchas por ahí. Hacia ella emana agua caliente y el colorido paisaje hace que sea un lugar para contemplar con detenimiento. Hasta 6 colores se pueden diferenciar entre el agua, la sal, la tierra, las algas, el cielo y las montañas cosa que hace que la imagen parezca un cuadro pintado por un loco artista.

El hotel no es tan bueno como el anterior y parece que tenemos que dormir en comuna cosa que me incomoda por los decibelios de mis ronquidos. En la cena, Roberto, Jonathan, Wendy y yo, aislados a veces del resto del grupo, hemos charlado de nuestras vidas y hemos pasado un rato agradable a pesar de nuestro agotamiento.


El salar de Uyuni

12 noviembre 2009

Sabíamos que los tours por el salar de Uyuni empezaban más tarde de las 10 de la mañana así que hemos tenido dos horas para desayunar y buscar una agencia. Lo bueno de hacerlo a última hora es que muchas agencias están desesperadas por llenar cupos por lo que los precios se abaratan. Si en otro momento nos hubiese costado 650Bs, hoy nos ha costado 550Bs que es una notable diferencia. Hemos contratado al final con la agencia Andes Salt en la población de Uyuni. El tour consta de tres días y dos noches pasando por el salar de Uyuni, algunas lagunas y otros atractivos naturales transportados de un lugar a otro en un 4×4 donde caben 8 personas.

A las 10:30 ha empezado el tour con la primera parada, el cementerio de trenes. En este cementerio se encuentran varios vagones y locomotoras inglesas de la primera y segunda generación de trenes de esta zona. Hoy en día, las vías para los trenes de la tercera generación son diferentes a las que se utilizaban antaño y es por eso que éstos se exhiben al público en una zona desértica. Roberto, Jonathan, Wendy y yo hemos estado un rato por aquella zona haciendo fotos divertidas y viendo aquellos trenes deteriorados pero aun así impresionantes.

Como en cualquier tour, no podía faltar una parada a un poblado en el que se vende artesanía. En este caso ha sido el pueblo de Conchani que, a parte de artesanía, tiene como atractivo que todas las contrucciones están hechas de bloques de sal. En el mismo, hau una tienda que tiene varias figuras interesantes esculpidas en sal como reclamo.

Aunque no es el único atractivo de este tour, el salar de Uyuni es el que más interesa a todo viajero. Y es que no es para menos porque es una auténtica maravilla natural del mundo. Es el mayor desierto de sal  (12000km2) situado a una altura de 3700msnm y rodeado de montañas. Se dice que cuando se formaron los Andes gran cantidad de océano se quedó atrapada entre montañas deshidratándose después y dejando la sal como residuo. Se extraen miles toneladas de toneladas cada año y es que es una mina inacabable. La forma de extraerla es amontonar gran cantidad de sal para deshidratar la poca agua que tiene y así poder exportarla. Hay otros minerales que se extraen como el litio aunque de verdad espero que la extracción no perjudique con el tiempo a tal maravilla. El salar es una placa de varios metros que se extiende por todo el desierto con varias grietas en forma de panal (hexagonal), la forma más habitual de agrupar los espacios en la Tierra. Juan, el guía, nos ha mostrado cristales formados por particulas de sal estructuradas naturalmente en forma de cubo.

En medio del salar se encuentra la conocida isla del Pescado (Incahuasi) que increiblemente surge de la placa dando vida a cientos de cactus de centenares, en algún caso miles, de años que se alzan inmensos en la isla montañosa desde donde se puede ver la inmensidad del salar pero sin dejar descubrir el fin.

Por la tarde antes de la puesta de sol, hemos estado haciendo las típicas fotos divertidas que hacen todos los turistas jugando un poco con el paisaje. El sol se reflejaba en el salar y aumentaba su intensidad haciendo necesario el uso de crema solar y gafas de sol. Ha sido una tarde divertida en la que nuestra minúscula presencia en aquel hermoso desierto hacía de la experiencia algo mucho más atractivo. Sin duda, es una parada obligatoria que todo viajero debería ver ya que es una maravilla sin igual en todo el mundo.

Una vez se ha puesto el sol, una tormenta de sal nos ha asaltado haciendo poco visible el camino al hostal. Es un atractivo hostal construido a partir de bloques de sal. En la cena se nos ha servido vino Kohlberg, de Tarija  y considerado un buen vino. Hemos cenado bien pero he de decir que la comida estaba algo sosa aunque, por suerte, había sal importada de Argentina. Paradojas de la vida.


La Casa de la Moneda

11 noviembre 2009

-¿Este autobús va al cementerio?         -¡Hombre! Si te pones delante… (Adaptación de Jordi M.)

Roberto, Jonathan y yo hemos hecho la maleta para dejar el hostal pero antes teníamos que visitar los últimos lugares de nuestro interés en Potosí.

Después de echar un vistazo por última vez a algunas calles de la ciudad, hemos cogido un combi (1Bs) para acercarnos al cementerio. Nuestro interés no es el cementerio en sí sino las zona de alrededor. Por lo que hemso averiguado, es la única zona donde se puede comer la típica k’araphurka y sólo se sirve hasta las 12:00. Hemos escogido el ‘Palacio de la k’arapurka’ para degustar este plato que no es más que una sopa de maiz picante con una piedra en medio del plato de barro que hace hervir el contenido. Un plato rico y con encanto.

Hemso visitado el mercado del gremio, el de comida y otras tiendas para hacer tiempo antes de visitar la ‘Casa de la moneda’ que, a pesar del precio (20Bs) y de la absurda ida que tienen de hacer pagar 20Bs más si se quiere hacer fotos, el lugar vale la pena.

La ‘Casa de la moneda’ se construyó por órden de Carlos III porque en Potosí no había moneda para hacer las pertinentes transacciones con la plata extraída de la mina. El guía, incluido en el precio, nos ha acompañado y explicado los útiles, objetos y datos históricos de todas las salas expuestas. A destacar: el bonito edificio colonial con un claustro en su interior; unas salas de pinturas españolas y de artistas indígenas que mostraban su gran habilidad y donde hay que destacar a Melchor Pérez de Holguín; una sala de exposición de monedas de todos los tiempos de Bolivia; una sala con cerámicas y pequeñas momias;una sala de minerales expuestos; una sala de fundición donde se fundía la plata y se hacían lingotes y; varias salas con maquinaria para fabricar monedas y lingotes. Una en particular muestra una obra de ingeniería del siglo XVIII la cual era accionada por mulas. Supongo que es porque soy ingeniero mecánico y la «deformación» profesional hace que me interese más por esta parte del museo y me entren ganas de diseñar algo parecido. Ya en el siglo XX se inventaron máquinas de vapor accionadas por cilindros neumáticos utilizadas para laminar, troquelar y acuñar la moneda. Posteriormente, se utilizaban máquinas eléctricas accionadas con motores seguidos de grandes poleas. Hay un torno cilíndrico de mediados de siglo entre las piezas del museo. ¿Cuántas horas habré dedicado trabajando en uno de esos cuando empecé como mecánico?

Hemos salido satisfechos pero con las miras y pensamientos en otro destino, Uyuni. El autobús nos ha costado 30Bs y el caminode más de 7 horas ha sido tortuoso porque nos han dado los asientos del final, más estrechos y más cercanos al de alante. Yo estaba hombro con hombro con Jonathan y una señora y mis rodillas golpeaban en el asiento de alante. Ha sido un ejercicio físico y mental de relajación para no desesperarnos hasta el punto de darnos un ataque de risa por lo cómico de la situación, realmente lo estábamos pasando mal. Más tarde he podido cambiar de asiento a otro más cómodo. Hemos llegado a las 2:30 de la madrugada al hostal Avenida (30Bs) de Uyuni donde nos ha acompañado Wendy, una suiza que conocimos en las minas. Esperamos poder descansar unas horas para lo que nos esperaba mañana.


10 de noviembre, día de Potosí

10 noviembre 2009

Nada más despertar, el hostal nos ha homenajeado con el tradicional desayuno con panes con mantequilla y mermelada, plátanos, piña, sandía y té, ideal para hacer una caminata matutina para conocer Potosí. La particularidad del día: la festividad del aniversario de Potosí en este 10 de noviembre y la visita de Evo Morales, tan querido por unos y no tanto por otros, al que mucha gente ha podido ver al tan esperado Evo Morales, en cambio, Roberto y yo no. Hemos llegado tarde y solo lo hemos podido ver irse con su coche con los cristales tintados. Por otro lado, varios comparsas han desfilado ofreciendo música a la ciudad y la gente los rodeaba con alegría, ganas de fiesta y alcohol. Algunas comparsas eran militares, otras muestras de camiones y tractores ofrecidos por Evo y otras simplemente gente que vestía d enegro con las banderas de Blivia y Potosí. No podía faltar en tales eventos la veta de comida en la calle de la cual no he podido contenerme al comprar un sandwich de chancho (cerdo) y otro de chorizo. Estaban riquísimos aunque ya veremos mis ya típicas reacciones intestinales.

Por ser día festivo, las numerosas iglesias de la ciudad estában cerradas así que sólo las hemos podido contemplar desde el exterior. En su mayoría, la fachada de la entrada principal está adornada con cargados pero bonitos dibujos esculpidos que dan un toque peculiar, sobretodo en las columnas. Muchas calles que son de tipo colonial tienen puertas con marcos de similares figuras esculpidas que les dan un toque de belleza que sólo Potosí sabe dar. Así hemos pasado la tarde además de comer algo para merendra como tucumanas (empanadas de verduras), salteñas (ecomo las tucumanas pero con caldo) y tahua tahuas ( una especie de churros con miel).

Una de las cosas que hemos querido solucionar es el tema de visitar en un tour el Salar de Uyuni pero todas las alternativas nos parecen caras y no queremos aventurarnos en elegir una agencia equivocada. Hemos preferido dejarlo a última hora cuando lleguemos a Uyuni ya que seguro que desde allí nos sale mñas barato. Tengo muchas ganas de poder visitar esta maravilla que todo el mundo a su paso recomienda con toda la seguridad del mundo. Estoy seguro que que no me arrepentiré.

Por la noche, hemos ido a cenar a un restaurante que cocinan con parrilla en la calle Bolivar, entre Junin y Quijarro, donde he comido un lomo de res a la brasa con patata cocida, ensalada y verduras que estaba riquísimo. Ideal para que em entrara la morriña y me fuera a dormir.


Minas de plata en Cerro Rico

9 noviembre 2009

Uno de los grandes atractivos turísticos de Potosí es poder contratar por una agencia la visita a las minas de plata delCerro Rico. Hay gran variedad de precios pero nosotros nos hemos decantado por la de nuestro hotel que, aunque es un poco más cara (100 Bs), en esta muestran el proceso de extracción de la plata.

Hemos llegado al pie del cerro donde nos hemos vestido de mineros (casco, botas y traje) y hemos comprado algunas cosas para los mineros por 10 Bs cada uno: bebida, hojas de coca y explosivos. Nos han enseñado el proceso de la extracción de la plata desde la mina hasta la exportación en polvo. Primero se extraen rocas de las minas mediante pico, martillo neumático o explosivos. Los explosivos, que no son peligrosos sin un detonador que suele estar conectado a una mecha impermeable de pólvora, son una mezcla de TNT (trinitrotolueno), nitroglicerina y nitroglicol que a veces es reforzado con nitrato de amonio. Las piedras extraidas se trituran hasta convertir en polvo para después pasar por un proceso químico de refinación y separar componentes. Posteriormente pasa por una centrifugadora donde se crea una espuma de plata que por flotabilidad es fácilmente separable del resto del depósito. Una vez extraida la plata, que todavía tiene algunos óxidos y otros residuos, se decanta y se seca al sol. Una vez hecho todo este proceso se exporta a empresas de todo el mundo para hacer lingotes.

Si en la época colonial era fácil extraer de esta mina una plata que fuera pura, no es tanto ahora que la mina es tan explotada y acabará sus recursos en quizás 15 años. Los trabajadores trabajan dúramente en condiciones sobrehumanas soportando altas temperaturas y atmósferas peligrosas que provocan en la mayoria de ellos silicosis, enfermedad pulmonar producida por el sílice. Se podría solucionar utilizando máscaras pero, paradojas de la vida, les es molesto para trabajar y les sofoca más.

Hace unos años la empresa minera del estado, Comibol, era la encargada de extraer plata de del Cerro Rico de una forma organizada creando niveles horizontales comunicados entre sí y con railes para que los vagones extrajeran las piedras demolidas. Después de privatizar, nacionalizar y privatizar otra vez, existe hoy en día una cooperativa de empresas de varios paises para extraer tan valioso mineral. Decir «cooperativa» es un eufemismo para el país porque pocas empresas son las que cooperan ya que otras sacan minerales en su propio beneficio e, incluso, hay trabajadores que trabajan por cuenta propia. Ninguna de estas empresas puede usurpar territorio de otros ni siquiera utilizar sus túneles. Teniendo en cuenta que los trabajadores mineros, que cobran según la producción de sus piedras, extraen siguiendo las betas o venas de una forma desorganizada, es difícil no pensar en lo peligroso del asunto como detonaciones peligrosas, irrumpir en un tunel ajeno o producir derrumbes. La montaña parece, sin duda, una esponja o un queso gruyer que va perdiendo altura poco a poco.

Con nuestras lámparas de litio, que no de acetileno como suelen utilizar los mineros, hemos entrado en el segundo nivel conociendo los railes, apuntalamientos de los túneles grandes y algo de historia. A medida de entrábamos hacía más calor y los túneles parecián menos ventilados. Los actuales túneles desorganizados por las nuevas empresas conectan unos niveles con otros no tan ventilados. Si la altura de 4300 msnm es un indicador de poco oxígeno, más lo es el aire viciado con partículas de tierra y polvora en el aire. Por suerte, disponemos de pañuelos para filtrarlo. Cuanto más abajo más dificil era respirar y el subir nos dejaba eshaustos cuando a la falta de oxígeno se le suma el esfuerzo de ir a cuatro patas o a rastras en los largos y minúsculos túneles a veces claustrofóbicos. En una galería, hemos conocido a dos mineros que se preparaban para empezar el trabajo mascando hojas de coca y tomando alcohol potable de 96º rebajado con agua para paliar el agotamiento y condiciones infrahumanas. Nos han hecho partícipes del ritual de beber ofreciendo siempre antes a la Pacha Mama (Madre Tierra). Ha sido una bonita experiencia en la que, conocer el trabajo del minero, nos ha sensibilizado mucho más con este sector.

Por la tarde en Potosí, parece que los festejos continúan y es que nos hemos enterado que mañana, casualmente, es el día de la ciudad. Una suerte para nosotros. Nos hemos despedido de Marisol que marchaba a Uyuni y hemos dado una vuelta por Potosí, hemos cenado y hemos bebido un moscatel típico de Bolivia, el singani, mezclado con Sprite. No mata pero es preciso mezclarse con las costumbres del país que se visita.


Los yamparas de Tarabuco

8 noviembre 2009

Ayer me ofrecieron un bus para ir a visitar el mercado de Tarabuco (30Bs) y me pareció interesante. Tarabuco, conocido por sus carnavales, tiene como atractivo turístico el mercado de los domingos.

Dos horas después hemos llegado al poblado donde se puede encontrar productos textiles con curiosos dibujos, mercado de comida y otros productos. Todo ello con singulares dependientes indígenas yamparas vestidos con diferentes ropajes y sombreros.

Me he dedicado a hacer fotos a los lugareños y a comprar algún detalle a mis padres para que no digan que no me acuerdo de ellos. Es peso que quería evitar llevar en la mochila en los dos meses que me quedan de viaje pero he creido que es una buena oportunidad de comprar a precios económicos. Quizás los textiles de vivos colores no tienen nada que envidiar a las tiendas de artesanía de La Paz pero son igual un buen detalle.

Ya de vuelta he decidido coger el autobús de las 17:00 para ir a Potosí (20Bs). Y así lo han hecho tres viajeros solitarios que visitaron tarabuco conmigo: Roberto de Buenos Aires (Argentina), Marisol de Mendoza (Argentina) y Jonathan de Marsella (Francia). Para el camino me he comprado un par de alfajores (doble galleta con relleno de dulce de leche y espolvoreado de coco) para saciar el hambre. Parecen ser típicas de Argentina per por aquí ya se empiezan a notar igual que las empanadas tucumanas (rellenas de verdurs y hortalizas con picante) y las salteñas (rellenas de lo mismo pero con caldo).

Más de tres horas después hemos llegado a Potosí concretamente al hostal Koala Den donde pagamos 35 Bs por habitación comunitaria, desayuno e internet. El hostal está muy bien y concurrido por extrangeros de habla no hispana pero nunca he compartido habitación con extraños. Hay cajas con candados para guardar las pertenencias de valor. Lo único que me sabe mal son mís ronquidos que no serían un problema si en algún lugar de sudamérica vendieran las dichosas tiras nasales que abren las fosas para respirar mejor. Supongo que ya se quejarán mañana.

Hemos salido a buscar un sitio para cenar y parece que son días de festejos en Potosí, también es casualidad. Veremos qué se puede hacer estos días por aquí pero por ahoar puedo ver que Potosí es una bonita ciudad colonial con numerosas y preciosas iglesias.  En sí, la ciudad parece atractiva cosa que veremos más  a fondo mañana.

De cena, algo típico de Bolivia que es el piquemacho (carne de pollo y ternera con patatas fritas, ají y tomate. Está bueno pero pica un poco. Nos vamos a dormir que mañana tenemos una excursión interesante programada.


Sucre, la capital de Bolivia

7 noviembre 2009

He llegado Sucre esta mañana cansado y sin ganas de mucho. Lo primero, he buscado un hospedaje barato por 25Bs y después era actualizar el blog que lo tenía abandonado. Una chica en el autobús me recomendó que fuera a comer al mercado bicenteneraio, sobretodo al puesto de ‘7 lunares’ donde preparan sandwiches de chorizo entre otras cosas. No he ido a ese porque quería sentarme tranquilo pero sí he comido en el mercado. Un plato combinado con chorizo que al parecer se estila mucho por aquícomo el ceise y el mongongo.  Una vez más y haciéndoseme raro, me encontraba viajando solo pero el gusto a chorizo ha sido mi compañero el resto del día.

Sucre es la capital del Bolivia aunque muchos piensen que es la Paz. No lo parece porque es pequeña, tiene 230.000 habitantes. Es una ciudad pequeña y bonita y tiene el nombre de ciudad blanca, como la tienen otras ciudades de sudamérica que he visitado, pero ésta se lo tiene merecido. Toda la parte del centro está repleta de casas y edificios coloniales prácticamente blancos y tejas rojas.

No sé a qué es debido pero, hoy sábado, no hay mucha vida en la capital. Los puntos de información turística estan cerrados y no parece haber mucho movimiento. Para ser una ciudad universitaria no hay muchos estudiantes en las calles,aunquepuedo decir que es lo que más hay a parte de turistas. Puesto que no tengo guía de Bolivia y no puedo conseguir información de Sucre, me he dedicado a pasear sin rumbo fijo, a ver qué me encontraba. Es una encantadora ciudad que no quita mucho tiempo para poder visitarla, ya que se puede ver en un día si se deja de lado algunos atractivos turísticos a las afueras como el cráter de Moragua, los dinosaurios del parque cretácico y el pueblo de artesanías de Tarabuco entre otras cosas. No quisiera demorarme mucho en esta ciudad así que ni siquiera  entraré en los varios museos de la urbe. La lluvia me ha ayudado a decidir que me retirara un momento al hostal. Como decía al principio, me siento cansado y he descansado por la tarde.

A la noche (19:00) he vuelto a salir algo adormilado para darme otra oportunidad en esta ciudad ya que no he sido del todo objetivo debido a mi cansancio físico. El color de las luces de Sucre por la noche la hace más entrañable. El mercado bulle de gente y, cómo no, he vuelto para cenar. Varias tiendas están montadas en los alredeores vendiendo todo tipo de productos y uno de ellos me ha hecho detenerme para escuchar y ver un videoclip de Stevie Wonder y otros artistas cantando ‘We are the world‘. Todo me parece más encantador por lo que, antes de retirarme, me he relajado tomando algo en la capital de este gran país que es Bolivia pensando en cambiar de planes el día de mañana.


La Carretera de la Muerte (The Death Road)

6 noviembre 2009

Es el nombre que se le da a una carretera a las afueras de La Paz y no sólo para darle un atractivo turístico si no por su desdichado pasado y es que mucha gente murió en esta estrecha carretera con barrancos de vértigo por accidente de tráfico y, aunque hoy en día está cerrada al tráfico excepto para los lugareños, ahora se utiliza para hacer uno de los más famosos descensos de bicicleta de Latinoamérica.

A las 7:00 nos han recibido con un dsayuno antes de partir en bus durante dos horas hasta una altura de 4700msnm, en La Cumbre. Desde allí nos esperaba un descenso (20km) con aire frío y cortante durante una hora por carretera asfaltada pasando por dos controles, uno policial y el otro para pagar el boleto de entrada al parque (25Bs), lo único que no entra en el tour. En éste nos han dado una chocolatina y agua y nos han llevado en bus durante un rato al inicio del camino de tierra y piedras conocido como ‘el Camino de la Muerte’ (50km).

 Si bien en la carretera asfaltada me he aburrido un poco por las limitaciones de la bicicleta, no ha sido así en la famosa carretera donde sólo es necesario un buen agarre de los neumáticos, amortiguación, frenos y habilidad para montar en bicicleta de montaña. Y digo habilidad y no locura porque perder el control en una curva equivale a no contarlo. En una de ellas, más segura que otras, he querido ponerme a prueba con tan mala suerte de caer, eso sí, de forma limpia y elegante. Siempre he creído que en deportes de riesgo como este es imprescindible saber caerse y mantener la calma. No puedo hablar tan bien de la chaqueta y pantalón que me habían prestado en la agencia. Supongo que contarán con ese tipo de cosas.

Con un mejor control a medida que bajaba, el aumento de adrenalina estaba más presente en mi sangre cosa que me hacía sentir vivo. Sentir tales emociones y mantener todos lo sentidos al 100%, sin distracción, es algo qu eno puedo experimentar siempre y es genial poder hacerlo en este bonito entorno durante 50 km hasta los 1200 msnm de flora selvática y pasando por Coroico y Yolosa.

Después del largo recorrido hemos tomado una cerveza y hemos ido a almorzar en un buffet libre para recuperar las fuerzas. En el restaurante-hotel hay una piscina y duchas para quedarse uno limpito. He intentado preguntar para evitar todo esto y pagar sólo el transporte y el alquiler de la bicicleta pero lo cierto es que no se puede hacer. El precio más barato es de 250Bs con una bicicleta de montaña sencilla e incluye: desayuno, dos snacks, almuerzo, transporte ida y vuelta y por si estás cansado, bicicleta y guías.

De camino de vuelta a La Paz he decidido cual será mi próxima ciudad, Sucre. Sé que me dejo muchas cosas yendo hacia el este del país como Cochabamba, Chimoré y Santa Cruz pero tendrán que esperar a otro viaje que haga por latinoamérica. Dispongo de poco tiempo y me apetece ir para el sur. Nada más llegar me han grabado el CD y he salido corriendo a la terminal porque perdía el bus que salía a las 20:15. Me ha costado 60Bs y si no fuera por ls prisas hubiera regateado más. Doce horas me separan de Sucre y una vez más me ahorro el hostal.